Cualquier empleado está en riesgo de ser despedido en cualquier instante. Por lo que siempre las empresas están constantemente supervisando que todos los procesos se cumplan. Y en caso de ver que existe alguna razón para reducir la plantilla, deben proceder a realizar una indemnización despido. Pero hay que tomar en cuenta el hecho de que, no en todos los tipos de despido puede recibirse compensación. Por lo que cada trabajador debe ser riguroso y profesional para poder contar con este beneficio al finalizar sus servicios prestados.
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¿Qué es una indemnización?
La palabra indemnización ha sido utilizada en distintos ámbitos pero siempre bajo un mismo fin. Esta se refiere a una compensación debido a un daño infligido hacia una persona o hasta una empresa o entidad. La razón de que se realice este acuerdo, es para cubrir todo posible gasto que sea consecuencia directa del daño producido.
Se habla de gastos, ya que por lo general la indemnización es monetaria. Sin embargo, existen casos donde se hace otro tipo de acuerdos como compensación. Además, puede ser voluntaria, siendo acordada entre las partes involucradas. De no ser así, el o los afectados proceden a una demanda, llegando a instancias legales. En este punto, se requiere la intervención de un juez para determinar si se procede a indemnizar o no.
Para determinar el valor que se deberá pagar por el daño ocasionado, hay que evaluar la situación. De esta manera, se debe determinar la intención del quien realizó el daño. Si este fue intencional, por lo general la suma es mayor. Pero si fue de manera accidental, se considera una suma a pagar diferente, pero destacando la responsabilidad del causante.
Ahora, si el caso que se presenta es indemnización despido, es distinto. Para esta situación, la indemnización solo puede efectuarse si no se trata de un despido procedente. La razón es que el empleado cometió una falta, lo que quita la posibilidad de cobrar este beneficio. En el caso de que se impugne y demuestre que el despido es improcedente, entonces si recibirá la compensación.
Tipos de indemnizaciones por despido
Las indemnizaciones dentro de casos de despido buscan compensar los aportes del empleado dentro de la empresa durante su periodo activo. Sin embargo, no en todos los casos es posible recibir este dinero. Cuando la razón de despido es de tipo disciplinario, al ser una falta cometida por parte de la persona dentro del entorno laboral, no tiene posibilidad cobrar la compensación. Y en los caso en que si sea válido, el monto del dinero es diferente según la situación:
Despido objetivo y colectivo
Para poder llevar a cabo un despido, deben existir razones válidas que justifiquen que la persona quede fuera de la plantilla. Para esto, debe seguir un protocolo, corroborar que es necesario realizar el despido, y enviar una carta de notificación al empleado. Si se realizan los pasos completos, tras esto se debe indemnizar al empleado. Y es aplicable el mismo caso para despidos colectivos.
Algunas de las causas válidas se contemplan finalización de contrato, recorte de personal o razones de fuerza mayor. Aquí se debe pagar una compensación de 20 días por año trabajado con un límite de 12 meses.
Despido improcedente
El hecho de que un empleado reciba una carta de despido y no vaya a recibir indemnización, puede ser impugnable. El afectado solicitará que revise el caso. Y con la presencia de un juez, se determinará si procede o no. Si existe alguna razón por la que la empresa incumplió, entonces se declara despido improcedente y debe pagar al empleado. La indemnización despido será de 45 días por año trabajado con limitación de 42 meses.
Despido nulo
Este tipo de despido surge de una impugnación por parte del afectado. Se le proporcionará la evidencia al juez. Este analizará la perspectiva de ambas partes y dará su fallo a favor de uno. Si se considera que el empleado fue injustificadamente despedido, se considera que el proceso es nulo. En este caso, la empresa deberá pagar una indemnización por daños y perjuicios.
¿Cómo se calcula una indemnización despido?
En el momento en que se notifica que una persona será despedida, la empresa debe calcular la indemnización a pagar. El proceso se debe realizar según lo estipulado en la ley. En este sentido, se toman en cuenta tres factores para el cálculo:
- Tiempo dentro de la organización
- Último salario cobrado
- Tipo de despido
Si el tipo de despido contempla indemnización, entonces se procede a multiplicar la cantidad de días estipulados por el salario cobrado y por el total de años en servicio.
¿Cuándo no se cobra indemnización despido?
La indemnización despido es una manera de compensar al trabajador sus servicios durante su periodo activo en la empresa. Esto es un deber que debe cumplir cada organización tras sacar de la plantilla a uno o más empleados. Pero cabe destacar que debe existir una razón de peso para que pueda llevarse a cabo el despido.
También existen situaciones en las que tras el despido, la persona no recibe ningún tipo de dinero. La causa de este hecho es que el trabajador no califica para el beneficio de indemnización. Y estos casos en específico, son la consecuencia de dos tipos de despido:
Despido disciplinario
Las empresas tienen que velar por su integridad. Por esto es que siempre necesitan realizar constantes supervisiones para asegurar su correcto funcionamiento. Si se descubre alguna razón por la que el proceso de producción se ve afectado, buscarán la manera de corregirlo. Y esto incluye los despidos. Y para este caso, se destaca el hecho de que un trabajador no cumple con su perfil laboral.
Pero no solo se limita a esta situación. Si la persona muestra una actitud desinteresada, incompetente, o hasta existe fricción con otros compañeros, puede ser considerado como posible despido. Tras evaluar el desempeño, se decide si puede permanecer o no. Y en caso de quedar fuera de la plantilla, al ser despido disciplinario, no recibe indemnización. Esto se debe a que en mayoría, la organización fue la afectada y no el empleado.
Despido nulo
Si un trabajador recibe una carta de despido, y le parece una decisión injusta por parte de la empresa, puede impugnar. Para solucionar esta situación, se necesita la presencia de un juez imparcial, encargado de analizar la situación. Con la evidencia que presenten ambas partes, determinará si fue justificado o no. Y al fallar a favor del despedido, obliga a la organización a reintegrarlo en un corto periodo de tiempo.